Son muchas las dudas e incógnitas que han ido surgiendo en los últimos meses sobre los diferentes tipos de mascarillas, los usos recomendados y su eficacia o grado de protección.
Antes de nada, es importante saber qué mascarilla se debe utilizar según la situación de cada uno. En la guía que ha elaborado el Ministerio de Consumo podemos ver los diferentes tipos:

Nosotros nos vamos a centrar en resolver las dudas relacionadas con las mascarillas higiénicas, ya que son las que analizamos en AMSlab para garantizar que cumplen con la normativa vigente:
- UNE 0064-1:2020: para mascarillas higiénicas no reutilizables para adultos.
- UNE 0064-2:2020: para mascarillas higiénicas no reutilizables para niños.
- UNE 0065:2020: para higiénicas reutilizables para adultos y niños.
- Workshop Agreement CWA 17553:2020: contiene una guía completa sobre los requisitos mínimos que las mascarillas deben respetar para asegurar la limitación del riesgo de contagio de forma efectiva dentro de los mercados de la Unión Europea.
Las mascarillas higiénicas son un complemento a las medidas de distanciamiento físico e higiene recomendadas por el Ministerio de Sanidad en el contexto de la pandemia de la COVID-19. Cubren boca, nariz y barbilla y están provistas de un arnés que rodea la cabeza o se sujeta en las orejas. Suelen estar compuestas por una o varias capas de material textil y pueden ser reutilizables o de un solo uso. Además, son las recomendadas para la población general sana y sin síntomas para realizar las tareas de la vida cotidiana.
¿Por qué debo comprar una mascarilla que esté certificada?
A día de hoy en el mercado podemos encontrar todo tipo de mascarillas higiénicas, las que siguen las especificaciones UNE 0064 y UNE 0065, las que siguen otras especificaciones y las que no siguen ningún tipo de norma. Actualmente no existe prohibición para la comercialización de estas últimas, sin embargo, al no haberse sometido a ensayos ni verificaciones no ofrecen ninguna garantía ni nos indican su nivel de protección.
Por el contrario, las mascarillas certificadas han pasado una serie de análisis que garantizan un grado de protección adecuado. Los ensayos necesarios para cumplir con la normativa vigente son:
- Eficacia de filtración bacteriana.
- Respirabilidad (presión diferencial).
¿Cómo puedo diferenciar una mascarilla certificada?
Lo principal es fijarse en el etiquetado. Tal y como se indica desde el Ministerio de Sanidad, los datos mínimos exigibles que se deben incluir en el etiquetado son los siguientes:
- Datos de la empresa: nombre, razón social y domicilio.
- Denominación usual del producto: aquel por el que sea conocido con el fin de que pueda identificarse plenamente su naturaleza.
- Contenido del envase: número de unidades si el envase contiene varias mascarillas.
- Composición.
- Periodo recomendado de uso.
- Características esenciales del producto, incluyendo la talla en caso de ser pertinente, y si es reutilizable o de un solo uso.
- Advertencias, entre ellas «Este producto no es un equipo de protección individual ni un producto sanitario».
- Lote de fabricación cuando el proceso de elaboración se realice en series identificables.
- Instrucciones de uso sobre sobre colocación, uso y mantenimiento, manipulación y eliminación.
- Lugar de procedencia u origen, en el caso de que su omisión pudiera inducir a error al consumidor.
- Si cumple las especificaciones técnicas UNE 0064-1:2020, UNE 0064-2:2020 o UNE 0065:2020, que establecen los requisitos mínimos que deben cumplir las mascarillas higiénicas, no reutilizables y reutilizables en cuanto a los materiales que se utilizan para su diseño, elaboración, confección, marcado y uso o cualquier norma equivalente.
- Los datos testados relativos a la eficacia de filtración bacteriana (BFE), y de respirabilidad (Presión diferencial), (Pa/cm2), en caso de que se haya realizado test, incluyendo en número de ensayo y el laboratorio empleado.
- Si se trata de una mascarilla higiénica reutilizable debe indicarse un número de lavados máximo, así como un método de lavado o higienización.
- Precio final completo conforme al artículo 20.c) del texto refundido de la Ley General para la Defensa de los Consumidores y Usuarios, aprobado por Real Decreto Legislativo 1/2007, de 16 de noviembre.
Los productos que se suministren no envasados al consumidor deberán incorporar la información obligatoria, bien en la etiqueta sobre el propio producto, bien en el folleto o documento que acompañe al mismo y que debe entregarse al comprador. Asimismo, si la venta es a través de Internet, esta información también debe mostrarse en la página web.
“En resumen, tiene que tener un etiquetado que haga referencia a la norma UNE 0064 para desechables y UNE 0065 para lavables. De todos modos, si quieres estar 100% seguro de que cumple la normativa la mejor opción es consultar el certificado de análisis. Puedes exigir a la empresa que te lo facilite y ahí comprobar qué se ha analizado exactamente. De hecho, hay empresas que lo ponen a disposición de los clientes en su web”, recomienda Manuel Lolo, CEO de AMSlab.
Esteban Ramírez, director de laboratorio físico de AMSlab asegura que debemos desconfiar de una mascarilla que incluye poca información en su etiquetado ya que lo más probable es que no esté certificada y por tanto no haya pasado los controles necesarios para garantizar el mínimo de protección que recoge la normativa.

Si están certificadas y protegen de forma adecuada, ¿por qué se está prohibiendo su uso en algunos centros sanitarios?
Determinar a simple vista si una mascarilla higiénica está certificada o no es complicado. Por tanto, hay centros de salud que deciden acotar las mascarillas que utilizan los usuarios sólo a las quirúrgicas o a los Epis. Por otra parte, resulta lógico protegernos y proteger a los demás (sobre todos a nuestros sanitarios que mayor exposición tienen) más cuando accedemos a un lugar en el que el riesgo de contagio es mayor.
“No es lo mismo salir a la calle o al supermercado, donde podemos asumir que la gente está sana, que acudir a un hospital o centro de salud, donde la probabilidad de que haya personas contagiadas aumenta. Podemos compararlo con el uso de las prendas de vestir habituales, cuando vas al gimnasio utilizas ropa de deporte, diferente a las prendas que usas cuando sales a pasear, a una tienda o por ejemplo a una boda, pues con esto pasaría lo mismo. Las mascarillas higiénicas certificadas son perfectamente válidas para el día a día de la gente sana, pero para acudir a un hospital o a un centro de salud si recomendaríamos llevar una quirúrgica.” Resume Esteban Ramírez.
¿Cuál es el uso correcto de una mascarilla higiénica?
Las no reutilizables se deben eliminar después de su uso recomendado.
Si son reutilizables, el fabricante indicará el número máximo de lavados (a partir de ahí, no se garantiza la eficacia de la mascarilla), que debe poder aguantar al menos 5 ciclos de lavado y secado manteniendo sus propiedades. Se deben lavar cada vez que se ensucien, humedezcan o no se puedan colocar correctamente sobre la cara.
Por cuestiones de comodidad e higiene, se recomienda no usar la mascarilla por un tiempo superior a 4 h. Durante el período de uso, la mascarilla solo se puede retirar de acuerdo con las instrucciones.
En el caso de que se vaya a almacenar temporalmente se debe evitar el contacto con cualquier superficie. Tampoco se debe colocar en una posición de espera en la frente o debajo de la barbilla durante y después del uso.
Para más información sobre qué tener en cuenta a la hora de comprar una mascarilla, recomendamos la guía que ha preparado el Ministerio de Consumo.
¿Verdadero o falso?
- Una mascarilla de tela o higiénica puede tener un tratamiento equivalente a una FFP2: FALSO
No son equiparables. La FFP2 es un dispositivo de protección individual y se recomiendan fundamentalmente para su empleo por profesionales para crear una barrera entre un riesgo potencial y el usuario. Además, se rige por otra normativa que nada tiene que ver con la de las higiénicas.
- Las mascarillas “caseras” que hace mi vecina o mi modista son perfectamente válidas: DEPENDE
Si se compra un tejido que está analizado y homologado para hacer mascarillas higiénicas (nosotros también recibimos tejido para analizar) y no sufre modificaciones, en ese caso cumpliría con los requisitos. Pero si se hace con una tela cualquiera nadie te puede asegurar que cumpla con los parámetros de seguridad.
- Si pongo a mi mascarilla un filtro de café o bayeta desechable me protege contra el virus: FALSO
“Probablemente ese tipo de materiales no cumplan ninguno de los dos criterios, ni el de filtración ni el de respirabilidad, o al menos no se tiene constancia de que se hayan ensayado. Al igual que algunos vídeos que circulan por la red, que animan a echarle agua a la mascarilla y consideran una prueba que esta no pase… no tienen ningún criterio científico y no sirve para probar si pasan los microorganismos o no, si filtran el aire o no”, advierte Manuel Lolo.
- Con la mascarilla higiénica no me protejo a mí, solo protejo a los demás: FALSO
También te proteges a ti en el porcentaje que se indique en el etiquetado adecuado de la mascarilla higiénica, y también proteges a los demás disminuyendo, en caso de contagio, la carga viral que expulsas. Si todos las usamos, la probabilidad de contagio disminuye considerablemente.
No todo vale…
Debemos tener cuidado ya que algunos laboratorios emiten informes de dudosa credibilidad. Aquellos que indiquen que una mascarilla de tela tiene un grado de protección equivalente al de una FFP2 estarán incurriendo en una ilegalidad. “No se puede poner que una mascarilla higiénica es equivalente a una FFP2 a no ser que se haya analizado siguiendo la norma de la FFP2 y si se hubiera hecho eso no es equivalente, es una FFP2”, asegura Manuel Lolo.
También hay que mirar el número de lavados. Si el laboratorio especifica en el certificado de análisis que cumple con los criterios de filtración y respirabilidad tras diez lavados, no se puede decir que resiste 60. Para decir que cumple 60 lavados, deberíamos hacer 60 lavados y después volver a hacer la prueba, no se puede extrapolar. Se han dado casos en los que el certificado pone que la mascarilla es válida para 5 lavados o 10 lavados y está etiquetado para 60. Este es otro parámetro en el que la gente debiera fijarse.
El Ministerio de Consumo dictará una orden con los requisitos que debe cumplir una mascarilla higiénica para reforzar los elementos del etiquetado de estos productos e incidir en la veracidad de su protección frente a la COVID-19.
Entre otras cosas, se prohibirá la utilización de inscripciones, signos, anagramas, dibujos o indicaciones que puedan dar lugar a engaño sobre el tipo de mascarilla que el consumidor está adquiriendo.
Se trata de ampliar los requisitos de etiquetado, publicidad y control de estos productos, y así garantizar que la población sea consciente de sus características y del objetivo que deben perseguir estos productos.